Hemos empezado el mes de julio con los días más calurosos desde hacía ya muchos años, a mí me mata, pero a la huerta le da la vida. Ya han pasado cuatro meses, y aún no he probado nada de mi huerta, miento, lo primero, las uvas, que ya están listas para comer. La parra está bien surtida y si no me doy prisa, los pájaros no tardarán mucho en dejarme sin ninguna. En esta semana iré cortando racimos, es una uva verde pequeña pero súper dulce. Como hay tanto, he pensado hacer mermelada, y el resto para comer. Mirad qué hermosura de parra.
Este fin de semana he estado en Huesca, en la boda de una amiga, a la vuelta, paré en Calatayud y ahí encontré esta parra tan peculir. Mirad dónde está su nacimiento. Sabía que lasparras necesitan poca a gua y son súper resistentes, pero esto me impresionó muchísimo.
Las tomateras están maravillosas, echadle un vistazo, y dos de ellas, creo que las de tomate Kumacu, son las pimeras que me han dado flor. Ya a todas les he puesto las guías para que vayan agarrándose sin miedo a que se caigan. Yo creo que a finales de julio podré comenzar a cosechar, ya os contaré.
El viernes estuve en The Workshop Flores, en pleno barrio Salamanca, Hermosilla 26, en un patio, antiguo patio de carruajes, está este espacio en el que lo vintage se hace protagonista para vestir con mucho gusto tu jardín o tu casa. Allí compré lavanda, ya tenía ganas de tener en casa, y un abono ecológico apto y especial para frutales y huerta urbana. Una especie de tierra con estiércol que se mete en la tierra y que luego tienes que regar. Ya os iré contando qué tal va.
Aquí tenéis una más en la familia, la nueva Lavanda. Qué rico huele!!!!
Y los pepinos, están impresionantes, la verdad es que aunque va muy lento esto de la huerta, pero es maravilloso, ayuda a ejercitar la paciencia y la recompensa, día a día, te la da, y tanto que te la da.
Novedades, pocas. Lo importante es que la siembra de lechuga va bien y la de rúcola también, tan bien, que tendré que transplantar en breve. La platanera a pasos agigantados, ya veremos cómo le hago para cuando llegue el invierno y la meta en el invernadero.
Lo que va estupendamente son los pepinos, qué gusto da cuando son tan generosos contigo, sólo sol y agua, y voilá así de grandes. ¡Qué ganas de empezar a cosechar! Pero paciencia que esto va de maravilla. Por cierto, he decido no quitarle a la tomatera las ramitas que salen entre la guía madre y las ramas, no me importa que los tomates me salgan más pequeños, es sólo una opción.
Aquí os dejo con mis chiles, traídos desde México. La verdad es que planté varias variedades de chile, mi chico y yo somos adictos, y están yendo de maravilla. Esta mata pequeñita ya está bien cargadita!!!!!!